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El Taller de Deseos de Laurita - Cap 3 & 4 | by: @PanaBostero

 El Taller de Deseos de Laurita – (Capítulo 3)  Había algo en ese lugar que la llamaba. No era solo la soledad. Ni el polvo. Ni el eco. Era otra cosa. Cada vez que Laurita volvía al taller, algo dentro suyo se encendía distinto. Como si ese rincón escondido del canal supiera exactamente lo que necesitaba. Ese día llegó vestida de forma casual, pero matadora. Chaqueta de gabardina beige, minifalda haciendo juego, un enterito blanco cavado por debajo que apenas la contenía… y tacos claros que marcaban cada paso con un clac clac que retumbaba entre las estructuras de escenografía.  Miró el espacio. El aire tenía ese olor tan característico: mezcla de madera, tela, restos de pintura y algo más... algo suyo. Caminó hasta una de las mesas altas de trabajo, donde las tablas de MDF estaban apiladas como si esperaran ser parte de un decorado que nunca se terminaría. Pasó la palma por la superficie. Estaba llena de polvo. Eso no la detuvo. Con calma, se sacó la chaqueta y la dobló ...
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Las Simuladoras | Cap 6: Victoria internacional

  Bar Unión, Ezeiza, Buenos Aires 15 de agosto. 20:30 hs. Era viernes a la noche y el microcentro se desarmaba en una mezcla rara de oficinistas que escapaban de la rutina y turistas que buscaban perderse en las calles. Menges, con el saco colgado del brazo y la cabeza cargada de números y papeles, caminaba sin rumbo fijo. Una esquina iluminada por un barcito de madera y vidrios empañados lo tentó. No lo pensó demasiado: empujó la puerta y se dejó envolver por el olor a café, alcohol barato y madera húmeda. El lugar estaba medio vacío. Un televisor al fondo mostraba un partido en silencio, y en la barra, un hombre en silla de ruedas secaba vasos con serenidad. Tenía barba recortada, ojos vivos, y saludaba a cada cliente como si lo conociera de toda la vida. Menges pidió una cerveza y se sentó en la barra. El bartender se acercó con una sonrisa. RAMIREZ: Primera vez acá, ¿no? MENGES: Sí, venía de la oficina, necesitaba cortar un poco. RAMIREZ: Este es buen lugar para eso. A veces un...

Querida Cali: Laurita y el desconocido

Querida Cali: Me llamo Agustín, tengo 19 años, y esto pasó hace unos meses en la costa. Una de esas noches donde el calor te pega en la piel, y la cabeza te pide hacer algo zarpado, algo que sabés que no deberías, pero tu cuerpo no puede resistir. Salí a caminar esperando encontrarme algún travesti con quien divertirme, pero me encontré algo muchísimo mejor, y gratis. La vi de casualidad: Laurita Fernández. Salía de un parador iluminado por luces amarillas que se mezclaban con el sonido del mar. Mini short blanco que apenas cubría sus hermosas piernas, remera corta que dejaba ver su abdomen plano y las tetas firmes, redondas, con pezones marcados que se marcaban bajo la tela. Su pelo rubio suelto, brillando bajo la luz, y esa forma de caminar que mezcla gracia y provocación. No estaba sola. La acompañaba un tipo enorme, un negro alto, espalda ancha, brazos musculosos que parecían hechos para romper puertas. Caminaban pegados, riéndose, con esa complicidad de quienes se conocen hace muc...

Las Simuladoras | Cap. 5: Un puma y un amor

  Bar Unión, Ezeiza, Buenos Aires 7 de agosto. 22:15 hs. Roberto Ramírez acomodaba vasos en la barra con la misma precisión que un joyero pule diamantes. Afuera, la noche de Buenos Aires estaba pesada y húmeda, pero adentro el aire olía a cítricos recién cortados y a gin. Su barra era todo para él, y se movía entre botellas y vajilla con fluidez. El chirrido de la silla de ruedas al moverse era lo único que perturbaba el silencio de un jueves pacífico, hasta que... La puerta giratoria se abrió y Morena Beltrán entró arrastrando una valija pequeña. Vestía un buzo oversize y el pelo atado en un rodete improvisado. RAMIREZ: Mirá quién volvió de Miami... BELTRAN: No me digas que me extrañaste, Rober El bartender se puso a preparar lo de siempre. Scottish Hooligan, con hielo, en vaso chico. RAMIREZ: Extrañar ni en pedo... pero tuve que fumarme a todos los otros clientes. sabés que sos mi favorita. BELTRAN: ¿Porque soy famosa? RAMIREZ: Porque sos de boca, nada más. ¿Que tal el Inter? Vi ...